Añejo de 250 ml
Con un ámbar oscuro y misterioso, el apacible sabor a madera de este mezcal es entregado por el roble blanco en un sueño de cuatro estaciones. Señorial y majestuoso, inunda el paladar con las notas herbáceas amables del agave cocido.
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Con un ámbar oscuro y misterioso, el apacible sabor a madera de este mezcal es entregado por el roble blanco en un sueño de cuatro estaciones. Señorial y majestuoso, inunda el paladar con las notas herbáceas amables del agave cocido.
Con un ámbar oscuro y misterioso, el apacible sabor a madera de este mezcal es entregado por el roble blanco en un sueño de cuatro estaciones. Señorial y majestuoso, inunda el paladar con las notas herbáceas amables del agave cocido.
Translúcido inmaculado, posee olores y sabores que lo hacen único. Es una bebida luminosa y pintoresca que nos recuerda el gran orgullo de ser mexicanos duranguenses con sus aromas, sabor ahumado y sutilidad herbácea característicos del mezcal joven.
Translúcido inmaculado, posee olores y sabores que lo hacen único. Es una bebida luminosa y pintoresca que nos recuerda el gran orgullo de ser mexicanos duranguenses con sus aromas, sabor ahumado y sutilidad herbácea característicos del mezcal joven.